Túumben Paax (Música nueva, en maya) es un ensamble vocal único por su género y formato. Está compuesto por seis cantantes profesionales que ofrecen nuevas experiencias sonoras. Con sede en la Ciudad de México, fue fundado en el año 2006 por Lucía Olmos y está integrado por músicas egresadas de las principales escuelas del país. Ha sido dirigido por Arturo Valenzuela, Samuel Pascoe, Jorge Córdoba, Jorge Cózatl y actualmente por el maestro Rodrigo Cadet.
Ha realizado giras por Italia, España, Japón, China, Corea del Sur, Guatemala, Colombia, Argentina, Costa Rica y Estados Unidos.
Túumben Paax se ha destacado por ser una agrupación pionera en su género y formato en México, su objetivo principal es promover la composición de música vocal contemporánea creando un estrecho vínculo entre el proceso creativo y la interpretación de las obras.
A la fecha han realizado el estreno mundial de más de 40 obras compuestas especialmente para la agrupación por compositores mexicanos y extranjeros como Gabriela Ortiz, Germán Romero, María Granillo, Jorge Córdoba, Hébert Vázquez, Arturo Valenzuela, Francisco Cortés, Cesare Valentini y Alberto Balzanelli, entre otros; incluyendo la comisión y estreno mundial de Marea Roja, ópera de la compositora Diana Syrse que aborda el tema de los feminicidios en México, en una producción del Centro Nacional de las Artes. Con apoyo del FONCA ha realizado dos producciones discográficas “Ríos de Evolución” y “Túumben Paax, décimo aniversario” con obras de compositores mexicanos, principalmente.
Han sido ganadoras de las ayudas de Ibermúsicas en dos oportunidades, en la convocatoria 2013 y en la convocatoria 2019.
Integran Túumben Paax: Lucía Olmos, soprano y directora general; Lorena Barranco, soprano; Carmen Contreras, soprano; Itzel Servín , Mezzosoprano; Julietta Beas, Mezzosoprano; Mitzy Chávez, mezzosoprano y Rodrigo Cadet, director artístico.
Lucía Olmos, Lorena Barranco y Mitzy Chávez conversaron con Ibermúsicas sobre su experiencia como beneficiarias del Programa.
Hablaron sobre las posibilidades que se abrieron para la agrupación en las dos oportunidades en las que fueron beneficiarias de Ibermúsicas.
La ayuda de Ibermúsicas abrió para nosotras la posibilidad de concretar uniones entre los países iberoamericanos. Cuando la tuvimos por primera vez, fue en el año 2014. Hicimos una gira por nueve ciudades de Argentina con conciertos casi todos los días. Sin el apoyo de Ibermúsicas no se hubiera podido realizar la gira. Una de las cosas más caras que hay que cubrir en una gira es el transporte. No es lo mismo presentarse por cuenta propia que hacerlo contando con el apoyo de instituciones como Ibermúsicas y el Instituto Nacional de Bellas Artes de México. (Lucía Olmos).
El trabajo con Ibermúsicas ha sido muy importante en esa primera vez y ahora, habiendo tenido que trabajar en el marco de la pandemia, nos dio una nueva proyección, porque incluso se pudo abrir a más lugares, a más personas y a más países que originalmente no estaban contemplados. Iba a ser una gira solo por Ecuador y Colombia y al final resultó que terminamos involucrando a muchos países, y ahora tenemos más conexiones. Incluso más de las que teníamos originalmente. En gran parte fue trabajo nuestro pero también he de decir que Ibermúsicas tuvo muchísima flexibilidad para propiciar la adaptación de los proyectos. (Lucía Olmos).
Al tener que trabajar en tiempos de pandemia y reclusión, así como muchas cosas no pudieron realizarse, también se propiciaron nuevas oportunidades.
Fue una oportunidad de aprender algo diferente. Por ejemplo, a armar un taller de esta magnitud, hacia tanta gente, nos confrontó a nosotras mismas a trabajar mejor, a buscar la mejor manera de que nos entendieran, buscar lugares para poder ensayar, buscar espacios para trabajar incluso por zoom o por otros medios digitales para poder coordinarnos y poder llegar hacia el público, y dar cursos y cantar y dar conciertos. Con todas las medidas de seguridad, pero nunca dejamos de trabajar. Fue un trabajo en equipo muy arduo, muy enriquecedor. Yo creo que nos pone ahora en otro espacio, en otro lugar dentro de la música incluso. (Lorena Barranco)
Terminamos ensayando pues en estacionamientos, en la azotea, en patios, buscando los lugares abiertos. Lo hicimos justo en los momentos más álgidos con cifras muy altas de contagios y demás, entonces era cubrebocas y espacios abiertos con todo lo que eso implica. Las grabaciones, sí, ya las pudimos hacer juntas. (Mitzy Chávez)
La mayoría, de los foros, de los programadores, de los ciclos, o sea, toda la actividad musical fue cancelada. Se cancelaron muchísimas cosas. Pero qué bueno que se mantuvo Ibermúsicas, qué bueno que se pudo hacer esto. Todo el mundo se tuvo que ingeniar en general. Nosotras hubo un punto en que empezamos a ensayar por zoom y era dificilísimo porque grabábamos las voces, yo grababa mi voz y se la mandaba a la otra y así. Con respecto al primer curso que impartimos, que fue el de los Coros Vocacionales, ¡Estuvo increíble! ¡La cantidad de gente! ¡De toda Sudamérica y Centroamérica! Que vinieron, que se inscribieron, que tomaron el curso, fue increíble, y la verdad es que de otra manera no hubiera podido ser posible. La gente, súper agradecida, súper interesada, súper comprometida. La verdad es que el resultado de ese curso fue increíble y definitivamente fue porque se mantuvo el programa. (Lucía Olmos)
Y también, en medio de todo el caos que generó la pandemia, fue un oasis para muchos el hecho de aprender de fonética, de canto, de dirección, de gestión y aparte vernos, conversar y estar en la misma sintonía de preocupación anhelando que esto acabe, con ansias de hacer música y de seguir adelante también. (Mitzy Chávez)
Fieles a su compromiso de incentivar la creación de nuevas obras y de estrenarlas, siguieron trabajando en pos de ese objetivo.
Hicimos dos talleres. Uno destinado a Coros Vocacionales y el otro, un Taller de Composición destinado a músicos avanzados. De ese taller se seleccionaron a seis participantes activos que compusieron seis miniaturas. Era un taller dirigido a un público muy específico. Tanto los participantes activos, que fueron los que compusieron, como los participantes oyentes, tenían muchas dudas porque componer para la voz es una cosa muy particular. Tiene varias cosas que hay que tomar en cuenta. Depende del color, del tipo de voz, de la forma en la que vas a llegar al agudo para que sea más fácil, o si hay algún efecto. (Mitzy Chávez)
Aprendimos a seguir y ¡logramos estrenar seis piezas! Seis obras. (Lucía Olmos)
En cuanto al encargo y estreno de obras, siento que este ha sido justo el trabajo fundamental de Túumben. Y ese es como su plus, su distinción. Yo creo que el noventa por ciento, quizás noventa y cinco por ciento de las obras que se cantan en el grupo, han sido escritas para nosotras. Y esto es así desde que el grupo se fundó hace quince años. Yo detecté una necesidad que había, la de tener un grupo vocal de música contemporánea. Porque hay más grupos como ensambles instrumentales de otro tipo que hacen música contemporánea pero en relación con la voz es habitual que haya un cierto prejuicio por ejemplo con respeto a las técnicas extendidas “¿esos ruidos que son?”. Había una necesidad importante de conformar un grupo así. Y en cuanto el grupo surgió yo me presenté ante algunos compositores del Foro Internacional de Música Nueva diciéndoles “Hola, yo soy tal y tengo un grupo…” Y así fue como Rodrigo Valdez Hermoso me presentó a todos. Él no nos conocía pero dijo “¡Mira, ella es Lucía, tiene un grupo y son excelentes!” Él nos dio el primer impulso. Yo estaba yendo a todos los concursos, conciertos, del foro y conocí a todos los compositores. Entonces, a partir de ahí pudimos comisionar las primeras diez obras, que eran de cinco compositores ya reconocidos y cinco nuevos. Y con ese material se grabó nuestro primer disco y nos empezaron a conocer. A la fecha, además de continuar comisionando obras, nos pasa que un compositor nos dice “quiero componer para ustedes” o “aquí está la obra que les hice”. Y creo que ese ha sido en gran parte el trabajo más importante que ha hecho Túumben Paax, porque antes de eso no había obras con esta adaptación específica de sexteto vocal femenino. Ahora ya suman un poco más de cincuenta obras que han sido escritas para nosotras en estos quince años. Son como tres obras más o menos por año.(Lucía Olmos)
Túumben está ofreciendo un lugar. Si tú eres un compositor y tienes ganas de componer alguna obra vocal dices, “¿A dónde la llevo? ¿A quién se la doy?” Entonces esa es también la importancia del ensamble, que ha sido finalmente como un foro, como un lugar, a donde tú puedes ir como compositor. (Lorena Barranco)
El trabajo junto al maestro Rodrigo Cadet lleva al grupo a su punto de máximo rendimiento..
Nuestro director, Rodrigo Cadet, es un gran músico, es alguien realmente excepcional, entonces está siempre ocupado mentalmente. En la música, en los sonidos, en ver cómo ayudarnos también. Es muy sensible con nosotras. Tiene una gran comprensión. Nunca hay una molestia, al contrario, yo creo que es un equilibrio y nos ayuda muchísimo. Siempre en los ensayos, además de que tiene un oído grandísimo (Lucía Olmos)
Y no se le pasa ni una, es muy, muy cuidadoso, de las sonoridades, de las afinaciones, del balance, de las notas. Entonces cada ensayo con él es hasta corto, se va rápido porque hay muchas cosas que tiene en su cerebro.Trae tantas ideas… y lo quiere de tal manera y te ayuda, y te dice cómo, es muy quisquilloso en ese aspecto pero yo creo que hace que el grupo suene muy distinto ahora. (Mitzy Chávez)
Por último, nos hablaron sobre la relación con el público y el compromiso con en el tiempo que nos toca vivir.
Yo en lo personal he visto que la reacción del público, siempre sin excepción, es favorable. Hay siempre un oído crítico en los músicos que se dedican a estas corriente artística, que están asombrados de la sonoridad del grupo, de las cosas que puede hacer una voz humana en cuanto a técnicas extendidas, esas enarmonías, hacer vocalizaciones, también ruidos y lo musical que puede hacer la voz humana es siempre algo que asombra, incluso a los que saben. Incluso hay compositores que también se atreven a escribir cosas muy extremas para nosotras, pensando que lo podemos hacer ¡y le buscamos la manera! Pero también la gente que no se dedica a oír este tipo de música porque… ¡No nos están educando! No hay tanta educación musical contemporánea. Estamos siempre en las escuelas con Bellini, con Mozart, con Haydn. Incluso cuando oyen esta música, yo veo cómo el público se divierte, se asombra, abren sus oídos. Y es como ir a un museo, y ver una gama de colores en una sola exposición El público va a oír algo que les llena de colores el cerebro. De sabores incluso. Es una gama impresionante que nunca deja un mal sabor de boca. (Lorena Barranco)
Una anécdota de hace muchos años, cuando Túumben apenas había empezado, tuvimos una primera beca del gobierno de la ciudad de México que se llamaba “Actos por Todas Partes” y significaba llevar conciertos a lugares donde generalmente no hay, o a lugares más alejados, como la periferia de las ciudadelas. Y estábamos en una delegación lejecitos donde en la plaza pública habían montado un escenario. Estábamos nosotras esperando el concierto y tenían un sonido con una mega bocina, poniendo de fondo musical cumbias “¡Vengan todos al concierto de Túumben Paax!” Y nosotras ¿Qué van a pensar cuando nos oigan? ¿Qué vamos a hacer? estábamos muy nerviosas, obviamente no íbamos a cantar cumbias. Entonces la gente empezó a escuchar la música y se quedó como… “¿qué pasa? ¿qué está pasando?” Nosotras también les explicábamos de qué trataba la música y demás. Al final no se fue nadie, se quedaron al concierto, escucharon con atención y eso fue muy bonito. La recepción fue muy buena. (Lucía Olmos)
Hay obras de todo. Obras que son más experimentales y otras que son bastante tonales y más cercanas a lo que normalmente estamos acostumbrados. Es decir, el panorama es muy amplio. Además, las temáticas que abordamos. También hemos abordado muchas obras que hablan sobre feminicidio, lamentablemente es algo que sucede, sobre cosas dolorosas como asesinatos o como las muertes de Ciudad Juárez que son cosas que nos duelen, que nos tocan. Es así, la música habla también. Habla de lo que está pasando y no podría ser de otra forma. Si no fuera así creo que estaríamos en un desfase, social, artístico. Entonces al final, también, es un instrumento. La música es un medio para decir muchas cosas. Es una forma de decir lo que está sucediendo. (Lucía Olmos)
Nos decía Javier de Córdoba, uno de los primeros directores que tuvimos, “a lo mejor otras músicas de otras épocas pueden hablar de paisajes o de cosas lindas, pero lo que nos toca hablar ahorita también son otras cosas que pueden ser no tan bonitas pero que se tienen que hablar.” (Lucía Olmos)
Túumben le da vida a los compositores, a la música de la gente viva, para que no se quede ahí guardada, que se haga, que se promueva, que la conozca el público, y también ayudados por instituciones como Ibermúsicas para poderlo llevar a cabo donde se pueda, A más alcance del público, mejor, así le damos vida a muchas cosas que hay que comunicar con la música. (Lucía Olmos)