El reconocido músico uruguayo Alejandro Balbis junto a Nicolás Assandri, presentaron su proyecto ante Ibermúsicas con el objetivo de llevar al Concurso del Carnaval de Cádiz 2020 en el mítico Teatro Falla una comparsa con impronta murguística uruguaya.
Con la firme convicción de que el carnaval es siempre una herramienta para el pueblo, “Tirando la Bohemia” nace a partir de la iniciativa de Nicolás Assandri y Alejandro Greder de crear una murga uruguaya residente en Madrid, en el año 2013. El proyecto fue desarrollando solidez y profesionalidad durante estos años, llevando a la agrupación a participar en destacados eventos del ámbito carnavalero internacional.
La propuesta de llevar la murga uruguaya a Cádiz surgió, según cuenta Nicolás Assandri, luego de haber visitado varias veces la ciudad durante su carnaval junto a otros murguistas. Tras adquirir un conocimiento profundo de sus distintas categorías, chirigotas, comparsas, coros y cuartetos, llegaron a la conclusión de que la murga uruguaya englobaba todas ellas, motivando así la transformación de la murga “Tirando la Bohemia” hacia la modalidad de comparsa con el fin de participar en el Carnaval de Cádiz 2020 bajo el nombre de “La gaditana que volvió” en alusión a la famosa y pionera murga “La gaditana que se va”:
“La conexión entre el carnaval de Cádiz y el de Montevideo es de raíz. El uruguayo surgió de aquel, es su hijo y su nueva expresión”, señala Agustín Zavala, y agrega, “En 1908, cuando el Estado uruguayo empezaba a afianzarse y hacía apenas unos años habíamos dejado las revueltas rurales, en algunos teatros de la capital uruguaya comenzaba a actuar “La gaditana que se va” con un éxito marcado. El conjunto pionero de la murga uruguaya surgió gracias a un grupo de amigos, liderado por Antonio Garín, considerado el primer director del género murguero en Montevideo”.
Alejandro Balbis fue el invitado especial para participar como cantante y arreglador de esta nueva e innovadora propuesta: “La Gaditana que Volvió”. Reconocido cantante, compositor, guitarrista y productor uruguayo, ha participado en murgas como cantor, como libretista y director, entre otras de Contrafarsa, Falta y Resto, Saltimbanquis, A Contramano, Asaltantes con Patente y Don Timoteo. Los integrantes de “La Gaditana que Volvió” y el maestro trabajaron juntos en la creación de un espectáculo para ser llevado al concurso del carnaval de Cádiz. Balbis compuso toda la despedida y parte del popurrí para lo cual tuvo que interiorizarse profundamente en el estilo y las formas propias del carnaval gaditano.
Balbis narra que hay una relación histórica muy estrecha entre la comparsa de Cádiz y la murga de Uruguay que tiene que ver con los orígenes. Sin embargo, un acercamiento muy importante por parte del público gaditano y de los hacedores de las comparsas, las chiricotas, los coros y los cuartetos, se dio desde el año 2007 donde el gran Carlos Aragón hizo la murga comparsa Araka la Kana en homenaje a la murga Araca la Cana de Uruguay. Fue entonces que el carnaval gaditano empezó a mirar al carnaval montevideano y descubrió que son los gaditanos los originarios y fundadores de eso que germinó en Uruguay a partir de la migración gaditana de 1880 y la relación de los puertos de Montevideo, de Cádiz y el de Santiago de Cuba. Esa triangulación fue muy importante a nivel cultural:
“En esos barcos no sólo viajaban esclavos sino también su música y su manera de ver el mundo, primero desde su mentalidad tribal y luego como búsqueda de preservar su pertenencia. La situación de esclavitud se grabó muy a fuego en la genética cultural uruguaya. El carnaval no es solamente esos cuatro días de aquelarre y de dejarse llevar, también carga con una historia de altísimas tragedias como sustento de un arraigo cultural. Por eso existe el carnaval como una especie de válvula de escape a nivel social, donde se canaliza y se hace una catarsis durante esos cuatro días”.
Tal y como existen grandes puntos de contacto también hay importantes diferencias entre la comparsa gaditana y la murga uruguaya, reflexiona el maestro Balbis: “La primera es de carácter vocal, del lugar en el que se coloca la voz. El gaditano es un canto mucho más galante. El canto de la murga montevideana es mucho más rústico. Mucho más fuerte de volumen y en cierto punto más desprolijo porque lo que sucede con el coro de la murga uruguaya está en la totalidad de su sonido. Los gaditanos tienen otra elegancia: hay vibratos y arabescos que vienen probamente del flamenco con todo el mestizaje milenario que tiene esa zona, habida cuenta de que Cádiz fue durante siglos uno de los puertos más importantes del mundo. En cuanto a la composición de las letras tienen una raíz menos ideologizada que la de la pluma uruguaya. Aunque sí son críticos pero desde un costado distinto. Y muchos de ellos se meten con instituciones muy intocables en España. Musicalmente son muy distintas las cosas ya que en Cádiz tienen el espectáculo mucho más regulado. Al menos en lo que se refiere al ámbito del concurso. Tienen un sistema más rígido y la estructura está predefinida. En la murga uruguaya también se hace una presentación, cuplé y despedida. Pero dentro de esa estructura es mucho más libre la división de cuadros, las rítmicas que se usan, la musicalidad, la entrada y salida de personajes. La murga uruguaya se mueve creativamente con otra libertad. En la comparsa hay establecida presentación, luego dos pasos dobles, dos cuplés breves y el popurrí con tres cuadros musicales, uno de ellos es la despedida. El tiempo está rígidamente establecido y no está permitido pasarse”.
Así fue cómo durante el mes de febrero de 2020 la murga “Tirando la Bohemia” se transformó en comparsa gaditana y fue la primera agrupación del carnaval uruguayo en participar en el histórico Carnaval de Cádiz, lo que dio como resultado un verdadero intercambio carnavalero entre las dos orillas, entre dos ciudades hermanadas por la música, dos puertos donde florece el canto.
“Si no fuese por Ibermúsicas no habría sido posible. Ojalá siga ese Programa porque de otra forma habrá un montón de proyectos interesantísimos que no van a suceder. Es un programa absolutamente fundamental y necesario. Todos los países del mundo con relevancia cultural lo hacen. Y a su vez, tienen esa relevancia cultural, gracias a los programas como Ibermúsicas. Los Estados tienen que financiar a los artistas que le generan cultura internacional. Por eso es importante porque van a otros países a enraizar su propia cultura y tener llegada, ganar adeptos y así el país tiene más interés a nivel mundial. Un programa como Ibermúsicas genera un montón de cosas, y las necesitamos. Además me parece súper importante que Ibermúsicas esté encima de lo que suceda, no solamente para saber qué se hace con lo que financió sino porque eso genera un ida y vuelta de respaldo para el que está del otro lado del mundo solo, desarrollando un proyecto”. Alejandro Balbis
“Nosotros le tenemos que agradecer mucho a Ibermúsicas. Fue un proyecto que llevó mucha inversión y fue fundamental para que Alejandro pudiera estar con nosotros. La verdad es que lo que hacen ustedes está buenísimo. Es único lo que hacen para impulsar a los artistas, realmente maravilloso. Nada de lo que hicimos hubiera sido posible sin un programa como Ibermúsicas y te lo digo con total sinceridad, sino no te lo diría”. Nicolás Assandri