Allá por el 2014, las amigas de la infancia Tatiana Ríos y Miroslava Herrera se juntaron para hablar de música. Compartieron sus inquietudes en cuanto a la afro panameñidad y fue entonces cuando se les ocurrió tomar los cantos tradicionales de tambor y voz de Panamá, llamados tamboritos, y fusionarlos con elementos contemporáneos. Se propusieron la misión de destacar los valores de la cultura afropanameña: comunidad, diversidad y osadía. Su lema es “Sin raíz no hay país”.
Idearon un plan para demostrar la potencia de los tambores de origen africano de Panamá. Escribieron la canción “Viene de Panamá” y la inscribieron en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. Concursaron en 2016 y ganaron el premio a la mejor canción folclórica. Esta experiencia las impulsó para grabar un álbum que incluyera a “Viene de Panamá” dentro de un recorrido por el tiempo y el espacio que mostrara la experiencia negra en Panamá. Con la fórmula de actualizar los cantos antiguos y transformarlos en un mensaje actual, compusieron nueve temas adicionales y fueron nominadas a los Grammys Latinos en la categoría de mejor álbum folclórico en 2018. Realizaron presentaciones en Marruecos, España, México y Estados Unidos.
Afrodisíaco trabaja con ritmos afropanameños tales como el atravesao, el bullerengue, el congo, el norte, la ciénaga, entre otros. Estos ritmos guardan relación con la diáspora africana en el istmo. Narran en sus letras la experiencia de la asimilación, la vida y la muerte y la construcción de una identidad nacional. Las composiciones de Afrodisíaco emplean la mejorana (pequeña guitarra de cinco cuerdas), el violín y los tambores de cuña panameños. Los ritmos afro nacen a partir de claves de comunicación que los esclavizados desarrollaron para comunicarse y vencer las barreras lingüísticas entre ellos: los secuestrados de África provenían de orígenes muy diversos y las claves de ritmo fueron las primeras maneras de establecer las alianzas para sobrevivir como grupo. Afrodisíaco sostiene la tesis de que los ritmos afro conforman la base de todos los ritmos del nuevo mundo: es evidente la maternidad africana en la salsa, el merengue, el reggaeton, el tango, el rock, el jazz.
Justo antes de la pandemia, Afrodisíaco había proyectado viajar a Chile a un encuentro con Comprovisation Project (Escuela Moderna), pero tuvieron que adaptar el proyecto y hacer viajar a las canciones. Con la colaboración de FolkLab Studio se decidió que se harían dos canciones: una panameña chilenizada y una chilena panameñizada. Trabajadas a distancia, las dos canciones estuvieron listas a principios del 2021. “Desaparecidas”, la canción panameña adaptada por Comprovisation Project es una versión de “Desapariciones” de Rubén Blades que habla acerca de la violencia machista y honra a las víctimas de Panamá y Chile. La segunda canción es “Deja la vida volar” de Víctor Jara. La misma fue adaptada por Afrodisíaco a la sonoridad del ritmo atravesao característico de la región central del istmo.
El piano magistral de Luciana García fue la base de la creación de la nueva versión. Ella es una talentosa pianista egresada de la Escuela Moderna de Chile. Orión Morales, educador musical, guió el proceso colaborativo. Eric Blanquicet entrega en la percusión un ritmo atravesao muy sensual marcando el bajo hondo de Ariel “Chombin” Turner. Para aportar a ese sabor panameño, el proyecto invitó a la violinista Chelín Núñez a sumar su interpretación. El ingeniero de sonido Vicente Ríos dio los toques mágicos en la mezcla. El lanzamiento de “Deja la vida volar” está acompañado de un producto audiovisual realizado por Luís Cantillo. La gráfica que representa esta versión de “Deja la Vida Volar” fue creada por la artista Jennifer Morales.
Fue un trabajo de tres meses con reuniones virtuales entre los músicos, llamadas telefónicas y horas de grabación en estudio en ambos países. Fue una experiencia gratificante por lograr apegarnos a la agenda de trabajo y ver resultados consensuados. Fue muy gracioso ir superando las diferencias culturales entre Panamá y Chile y descubrir en el proceso de creación, los puntos de encuentro entre Panamá y Chile.
Ibermúsicas ha representado para Afrodisíaco la oportunidad de interactuar con audiencias a las que no teníamos acceso y de crear piezas musicales y documentales. La primera vez que obtuvimos un fondo, lo invertimos en llegar a los F.A.R.O.S. de cultura de la Ciudad de México y fue un experiencia enriquecedora que superó nuestras expectativas. En el año 2019, apenas un par de meses antes de la pandemia de la covid19, obtuvimos nuevamente el fondo de movilización y adaptamos el plan de visitar Chile por un encuentro virtual muy fructífero que resultó en un dos canciones poderosísimas, un documental y lazos muy fuertes con jóvenes artistas chilenos. Este impulso de recursos y fe nos dio chance para madurar como artistas y exigirnos siempre el mejor esfuerzo.
- Deja la vida volar: https://youtu.be/
oQzQHEoOEk8 - Desaparecidas: https://youtu.
be/OD8ynxl9ylg