Nacido en Quito en 1982, Alex Alvear es un compositor, arreglista, bajista y cantante ecuatoriano de vasta trayectoria. Además de haber colaborado en la creación de grupos musicales como Promesas Temporales o Rumbasón, Alvear se desempeñó como docente en el Colegio de Música de la Universidad San Francisco de Quito y realizó estudios en el Berklee College of Music, de Boston, especializándose en composición y arreglos de jazz. Durante su estancia en Estados Unidos trabajó con artistas renombrados de la música latina, como los percusionistas Orlando “Puntilla” Ríos, Anthony Carrillo y Daniel Ponce, o la conocida cantante cubana Celia Cruz.
La propuesta presentada a Ibermúsicas por parte de Alex Alvear & Wañukta Tonic consistió en la realización de una gira por Colombia que incluyó una serie de conciertos en Bogotá y Cali. Vale la pena destacar que el proyecto incorporó, en cada ciudad en la que se presentó, la participación de, al menos, un artista local como invitado o invitada especial, de modo tal de fortalecer redes de trabajo y colaboración que puedan resultar sostenibles en el tiempo. También se realizaron clases magistrales en torno a la temática de la composición y los arreglos musicales a partir de ritmos tradicionales ecuatorianos.

Wañukta Tonic, su proyecto más reciente, busca revisitar la música tradicional ecuatoriana con base en un proceso de reinterpretación que resulta de la fusión con elementos contemporáneos; esto implica tomar ritmos y melodías populares y darles un nuevo enfoque, combinándolos con nuevas tecnologías y sonoridades contemporáneas. La agrupación integra dos generaciones de músicos, basando su estética en la idea de un encuentro sonoro entre la tradición andina y la vanguardia instrumental.
“Este proyecto es una continuación de lo que he venido haciendo en toda mi carrera. Una ensalada de influencias, estilos y texturas, buscando en esa mezcla una voz propia y, dentro de ese eclecticismo, marcar un sello muy ecuatoriano ya sea con ritmos, melodías o motivos musicales que evocan nuestro sabor e identidad, pero con un nuevo enfoque. La gira por Colombia es una invitación al hermanamiento de dos culturas que coexisten con semejanzas mucho más estrechas de las que muchas veces visualizamos.”
Sobre este punto que menciona Alvear resulta pertinente agregar que, históricamente, los vínculos musicales entre Colombia y Ecuador han sido siempre fuertes; esto, debido en buena medida a la proximidad geográfica y a la interacción cultural contínua entre ambos países. Estos lazos se han manifestado a través de géneros musicales compartidos y la influencia mutua en estilos tradicionales. Si bien en la actualidad los ritmos y sonoridades de Colombia y Ecuador pueden divergir debido a la permeabilidad de la música global y a la evolución de sus respectivas escenas musicales, persisten las colaboraciones y los intercambios culturales estrechos. En cierto sentido, es razonable asumir que, más allá de las fronteras físicas y simbólicas y las dinámicas y desarrollos propios de cada país, el advenimiento de los procesos de intercambio digital ha facilitado la persistencia en las colaboraciones culturas binacionales, promoviendo el intercambio de músicos y músicas y la celebración de la diversidad artística de la región.

“El apoyo de Ibermúsicas nos ha permitido crecer y expandir nuestros horizontes artísticos, así como también facilitar buenas relaciones con instituciones y gestores en otros países, como Colombia. Desde la incorporación de Ecuador a Ibermúsicas en 2018, muchos artistas musicales se han beneficiado, y la interacción con su personal siempre ha resultado en experiencias muy gratificantes.”




La perspectiva de género y discapacidad fue tomada en cuenta a la hora de convocar al equipo de trabajo para realizar el proyecto. “Procuramos que sea equitativo e incluyente”, refiere Mariela Espinosa. “De un total de nueve personas, cuatro son mujeres, tres son no binarias, y de ésas, una tiene una discapacidad. Por otro lado, considerando que aún en la actualidad se siguen asociando la debilidad, fragilidad, delicadeza y bondad como características innatas de la feminidad y cómo estos estereotipos normativos siguen calando hondo en el comportamiento de las mujeres y los cuerpos feminizados, La casa en llamas EP ha sido un pretexto para permitirnos desarmar, a través de la sonoridad y las letras, aquel componente decoroso siempre asociado a las mujeres. Fue una experiencia muy enriquecedora la de colaborar con personas de varios países, sobre todo porque desde el inicio nuestro objetivo fue dejar espacio para que cada artista intervenga libremente en la música y el arte, y de esa manera conseguimos una sinergia muy bella que potenció todo el proyecto”.



Migrante nace de una propuesta por parte de una docente para escribir una canción de género latino y de temas fuertes, interesantes y que se pudieran potenciar de la mano de la sonoridad. La letra es una mezcla entre el querer y extrañar a la tierra y reclamarle al mismo tiempo porque no ha sido merecedora de mi talento, porque no me ha podido retener, porque ha sido ingrata con cuidarme. Me doy la tarea de personificar a mi tierra y también un poco reprenderla por ello. La canción está inspirada en mi hermana y tía materna que viajaron muy jóvenes y son exitosas en otro país. 
A propósito de “Agua de calzón”, canción con la que obtuvo el Premio de Creación de Canción Ibermúsicas 2021, Charly Ralos dice: Soy un compositor que generalmente escribe canciones muy románticas o sociales, pero en aquel momento decidí crear una canción que a pesar de hablar de un romance, pudiera ser entretenida, graciosa y con un contenido lírico no muy común, es así como fueron naciendo las ideas en cada una de las estrofas y el coro. Normalmente compongo en casa, con piano o guitarra, en mi home estudio, en mi habitación o en la sala. Es de mi preferencia escribir con puño y letra, no me agrada escribir en la computadora o en teléfono, prefiero siempre hacerlo con un bolígrafo sobre un papel, y jugar mucho con las temáticas y melodías en las diferentes estructuras de las canciones”.


